La selva del Perú alberga una gran diversidad de especies de flora y fauna, así como una riqueza cultural y natural incomparable. Sin embargo, también es una de las regiones más vulnerables al cambio climático y a los desastres naturales, que ponen en peligro su equilibrio ecológico y su desarrollo sostenible.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el 67% de los desastres en el Perú están relacionados con fenómenos climáticos, como el Fenómeno de El Niño, las sequías, las lluvias intensas, las inundaciones, los deslizamientos, los incendios forestales, entre otros1. Estos eventos tienen consecuencias negativas en la infraestructura, la salud, la agricultura, la seguridad alimentaria, la economía y la calidad de vida de la población.
Además, el cambio climático afecta a la biodiversidad de la selva, que se enfrenta al peligro de extinción de muchas especies de plantas y animales, así como a la pérdida de sus servicios ecosistémicos, como la provisión de agua, alimentos, medicinas, madera, etc2. El cambio climático también altera el ciclo hidrológico, la temperatura, la humedad y la precipitación de la región, lo que repercute en la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos3.
Ante este panorama, es necesario tomar medidas de prevención, mitigación y adaptación al cambio climático y a los desastres naturales, que involucren a todos los actores sociales, desde el gobierno, el sector privado, la academia, la sociedad civil y las comunidades locales. Algunas de estas medidas son:
- Fortalecer la gestión del riesgo de desastres, mediante la identificación, evaluación, monitoreo y alerta de los peligros, la reducción de la exposición y la vulnerabilidad, la preparación y la respuesta ante las emergencias, y la recuperación y la reconstrucción post-desastre4.
- Promover la adaptación al cambio climático, mediante la implementación de prácticas y tecnologías que aumenten la resiliencia de los sistemas naturales y humanos, como la conservación y restauración de los ecosistemas, el manejo sostenible de los recursos naturales, la diversificación de los medios de vida, la innovación y el uso de energías renovables.
- Fomentar la educación, la sensibilización y la participación ciudadana, mediante la difusión de información, el desarrollo de capacidades, la generación de espacios de diálogo y coordinación, y el fomento de una cultura de prevención y adaptación al cambio climático y a los desastres naturales.
El cambio climático y los desastres naturales son una realidad que afecta a la selva del Perú, pero también una oportunidad para impulsar un desarrollo sostenible, inclusivo y resiliente, que proteja el medio ambiente y mejore la calidad de vida de las personas. Es una responsabilidad y un desafío que debemos asumir todos juntos.